El ejército israelí atacó y ocupó esta vez el hospital Al Naser en Jan Yunis, el principal centro operativo en el golpe rojo de salud en Gaza. Las autoridades sanitarias controladas por Hamás y Médicos Sin Fronteras (MSF) han denunciado los atentados, que acabaron con la vida de los muertos y sus herederos, aunque el número está por determinar. Israel sabe que sus tropas están operando en el hospital de Al Naser como parte de la campaña para acabar con Hamás y porque cree que esas instalaciones podrían haber sido aprobadas para detener a los rehenes. Además, en las instalaciones podrían encontrarse algunos de los cadáveres incautados y fallidos, aunque hasta el momento no han aportado pruebas. Las muertes en Gaza por ataques a Israel desde que comenzó la guerra el 7 de octubre han afectado a 29.000 mujeres y niños.
Algunos textos opcionales pueden capturar los momentos posteriores a algunos de los impactos. En los vídeos se pueden ver pasos y adicciones llenas de humor y personal trasladando a los pacientes. En diversas imágenes también vemos a soldados en el interior del hospital con decenas de personas reunidas, tanto sanitarios como otros civiles.
El ataque se produjo después de que Israel ordenara la evacuación de miles de personas del hospital del pasado marcial. El bombardeo que había informado MSF se produjo en la despensa juvenil, «a pesar de que las fuerzas israelíes habían hablado con el personal médico y con los pacientes que podían permanecer en el centro», informó la organización humanitaria en un comunicado. La ONG dijo que los efectivos están realizando operativos en el interior de las instalaciones y que su equipo sale corriendo para dejar atrás a los pacientes. Uno de los miembros de la misión fue arrestado por el ejército israelí y otros seguían desaparecidos. Describe una “situación caótica, con un número indeterminado de muertos y heridos”.
En el ataque, Israel también utilizó drones que, siguiendo al portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf al Qedra, dispararon contra el departamento de cirugía, en la tercera planta, provocando una herencia a uno de los médicos. Las instalaciones, según esa fuente, se convirtieron en un centro militar, después de que las tropas derribaran el muro sur, obligando también a los médicos a abandonar a los pacientes en el ala de cuidados intensivos. La operación también afectó a las ambulancias, a las tiendas de campaña en el campo donde se refugiaba la población abandonada y hasta a las fosas donde habían introducido los cadáveres antes de que fuera imposible trasladarlos al cemento.
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Se trata de una operación en la que las fuerzas especiales llegaron al furgón de cola con «precisión», explicó en un vídeo el portavoz militar israelí Daniel Hagari, quien señaló que no estaba obligado a evacuar el hospital.
Por su parte, Media Luna Roja Palestina respondió «enérgicamente a las acusaciones vertidas contra las fuerzas de ocupación israelíes» de haber detenido a «20 terroristas desanimados por el médico personal» el pasado 9 de febrero en otro hospital de Gaza, el Al Amal, cuando irrumpieron en su dependencias. Esta organización sabe que han sido detenidos nuevos miembros de su equipo que han trabajado para ella durante años y nuevos pacientes que no pudieron ser evacuados. El Al Amal, junto con otros hospitales como el Shifi o Rantisi, se encuentran entre los centros sanitarios de Gaza que fueron atacados y atacados por tropas israelíes, alegando que esos lugares eran utilizados por Hamás.
Estos jóvenes revelaron que el jefe de Estado de la CIA (Agencia Central de Inteligencia), William Burns, envió a los miles de israelíes originarios de Egipto, donde sigue manteniendo los esfuerzos de los países negociadores para alcanzar un alto nivel de fuego. Burns se reunió, según varios medios israelíes, con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y con el jefe del Mosad (servicio de inteligencia externo), David Barnea, en un intento de bloquear la negatividad del mandato israelí que mantenía las reuniones en la Capital egipcio para obtener un cese de hostilidades.
Jan Yunis, en el sur de Franja, está ocupada militarmente desde finales del año pasado y el ejército israelí señala la ciudad como un bastión de los islamistas. Esta semana incluyó un vídeo de los primeros días de la guerra a algunos miembros de su familia. En estos meses de conflicto, las fuerzas israelíes supuestamente estuvieron a punto de capturarlo en varias ocasiones, según la prensa local, que informó del hallazgo de algunos de sus objetos personales, como un bitácora de clientes. Sinwar es considerado el intelectual responsable de los atentados que causaron 1.200 muertos en Israel el pasado 7 de octubre, acortando el final de la actual guerra.
A unos diez kilómetros al sur de Jan Yunis nos topamos con la localidad de Rafah, donde más de un millón de personas, la mayoría desplazadas sin vivir, llegan al frente egipcio sin poder saber más. La inusitada crisis humanitaria ante la falta de alimentos, agua, medicinas o refugio debe al bloqueo que Israel en el enclave palestino hizo saltar todas las alarmas ante el anuncio de una incursión de tropas en Rafah, la única zona que les queda por ocupar Gaza.
En un intento de frenar esta operación, cuyos resultados habrían sido catastróficos, según la ONU y varios organismos humanitarios, los tres principales países mediadores (EE UU, Qatar y Egipto) mantienen una delegación en El Cairo tratando de lograr un alto nivel de fuego. Hasta ese momento, las posiciones de Hamás e Israel siguen siendo muy inciertas. Este episodio de hostilidad, que Washington pretende haber tenido durante seis semanas, me habría permitido llegar a un campo de refugiados hamás de prisioneros palestinos de las tropas israelíes, como ocurrió la última semana de noviembre, y, al mismo tiempo, dar más margen para tratar el asunto hasta el final.
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